Nadie puede ser ayudado si no quiere tu ayuda
Hace años que tengo una paciente en mi consulta a la que aprecio mucho.
Es una buena persona que ha pasado por múltiples y serios problemas de salud y siempre tiene mucho miedo al tratamiento.
Sólo tiene un ojo y siempre está aterrorizada de quedarse ciega.
Como nos conocemos hace mucho y tengo confianza con ella, un día le dije:
«He escrito un libro que creo firmemente que puede ayudarte».
Te digo con la mano en el corazón que mi única intención era y es ayudarla, porque sé lo que le preocupa mucho el miedo a la ceguera.
Yo estoy al otro lado y sé que su patología tiene buen pronóstico y responde bien al tratamiento y si hay algo que me gustaría es evitarle todo ese sufrimiento de más que lleva en su cabeza.
Que ilusa fui.
Aún se puso más nerviosa. Me dijo que no tenía tiempo para leer libros y que a su edad era muy difícil cambiar algunas cosas.
Es curioso, quiere curarse pero no quiere oír hablar de quitarse todo ese sufrimiento de más que lleva cargando en su mochila.
Me sentí muy impotente al pensar que podría ayudarla pero que ella no quería, aunque lo acepto y lo respeto.
Todos tenemos miedos. Es humano.
Nos recuerda nuestra impermanencia, que somos finitos y tendremos que irnos.
TODOS.
La diferencia radica en el tiempo que dejas al miedo invadir tu cabeza.
Mi libro no te va a quitar los miedos (sería una mentira) pero sí que te ayuda a saber sacarlo mucho antes de tu cabeza (clic abajo)
Reprograma tu salud (el libro)
PD: seguiré siendo igual de ilusa (clic arriba)
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