Para entender que nosotros somos la parte más importante en la curación o mejoría de nuestra enfermedad o sintomatología, vamos a explicar lo que es el efecto placebo.
¿Qué es el efecto placebo?
El efecto placebo se basa en la mejoría o la desaparición de los síntomas de una enfermedad en un paciente llevando a cabo un tratamiento que no tiene propiedades curativas reales.
El efecto placebo se conceptualiza cada vez más como un fenómeno psico-biológico, que sigue a la administración de una sustancia inerte, o de un tratamiento físico o una cirugía falsa, junto con un tratamiento verbal, sugerencias o cualquier otra pista y donde los pacientes llegan a experimentar una curación total o una mejoría de sus síntomas tomando dicha sustancia inocua y creyendo en ese tratamiento.
Esta es la prueba REAL de que tu propia mente puede convencer al organismo de esos efectos positivos del medicamento u acto ficticio, y que son inexistentes.
Hay múltiples estudios donde pastillas falsas, inyecciones de suero sin medicación, intervenciones quirúrgicas falsas o simplemente las explicaciones del médico u otro personal sanitario mejoran el estado de salud en diferentes patologías, aunque el campo más estudiado y por donde comenzaron todas las investigaciones fue en 1978 en el campo del dolor. Levine y colaboradores, tras una cirugía de molares, inyectaban suero salino para aliviar el dolor y un porcentaje nada desdeñable (un 50%) de pacientes mejoraba.
Funcionamiento de Efecto Placebo
Son 3 los principales mecanismos que entran en juego en este efecto para explicar la mejoría del paciente: las expectativas y creencias, el condicionamiento y la sugestión. Por tanto, en el efecto placebo actúan tanto factores psico-sociales como neuro-biológicos.
Existen publicaciones recientes demostrando que los procesos cognitivos y emocionales que se producen durante la administración de un agente inactivo, de un placebo, son capaces de activar mecanismos internos que modifican la fisiología y por ende las sustancias químicas de nuestro cuerpo.
Multitud de regiones del sistema nervioso están muy implicadas en este fenómeno y determinados neurotransmisores y neuromoduladores como los opioides y la dopamina tienen gran importancia en la modulación de este fenómeno.
Algunas de estas zonas cerebrales se activan simplemente por tener expectativas positivas, o incluso por pre-condicionamiento y son capaces de provocar cambios fisiológicos reales. Si tu médico te dice: “tómate esta pastilla que es para mejorar tu condición” y además te lo cuenta con seguridad y te comenta que es una nueva pastilla, te la enseña, te explica como actúa y por qué es tan eficaz y encima se toma tiempo para que lo entiendas, en tu cerebro se van a activar zonas vinculadas con la posibilidad de experimentar un beneficio o recompensa; como el núcleo accumbens, que segrega dopamina relacionada con sensaciones placenteras y de relajación. Este núcleo forma parte del sistema límbico, el sistema que controla nuestra supervivencia (alimentación, miedo-defensa, sexualidad y emociones).
Si además de todo esto, ese mismo médico, está dentro de una institución u hospital importante, y además habla de forma muy correcta y cercana, el efecto todavía mejora más.
Por tanto las expectativas y nuestras creencias (centro con renombre, estudio de investigación, profesional medico, medicina curativa…) son claves en este fenómeno.
Lo que nos creemos y la expectativa que creamos (esa ESPERANZA de curación, se abre una nueva posibilidad) nos ayuda a aliviarnos.
El condicionamiento también es otro concepto básico. Se trata de un tipo de aprendizaje asociativo, por ejemplo cuando hemos tenido algún problema y nos han dado una pastilla y se nos ha pasado por ejemplo el dolor; asociamos el medicamento a una mejoría y ese condicionamiento pasado tiene también un efecto clave en este fenómeno. Según tus experiencias pasadas y las ideas preconcebidas estas condicionado a una determinada respuesta.
El efecto placebo no se da en todo el mundo; se produce en torno a un 35% de las personas pero REALMENTE el rango puede variar desde el 0% hasta el 100%. Depende del tipo de placebo administrado, de la condición médica que se pretenda tratar y de la sugestión del paciente; es decir, depende en gran parte de ti, de que seas capaz de pasar ese umbral de la sugestión y que creas en que la curación es posible. ¿Sabes por qué hay pacientes que han desafiado a la Medicina y se han curado contra todo pronóstico? Por que tenían fe y convicción de que su curación era un hecho. Por muy difícil que parezca, si no crees al 100%, con todo tu ser que puedes conseguirlo, que puedes superarlo, el camino será muy difícil o imposible. Dará igual toda la ciencia médica a tu lado. Cerrar los ojos, ponerte la mano en el corazón y creer es el primer paso.
El deseo por superar el dolor, por superar la enfermedad, la motivación, las ganas de superarse, el propósito de la vida, el creerse que se puede son factores que nos hacen muchísimo más sugestionables a mejorar. Este es un súper-poder que puede entrenarse, fortalecerse y mejorarse; y en esto consiste mi trabajo.
Para qué se utiliza el Efecto Placebo
Hoy en día, a nivel científico, el uso más importante del efecto placebo dentro de la práctica clínica actual es el de los ensayos clínicos controlados.
Cuando se investiga un nuevo fármaco, hay que compararlo con placebo para ver si realmente ese fármaco es efectivo, para ello se divide a los participantes en grupos aleatorios (a suerte), de modo que un grupo recibe el placebo (grupo control) y el otro grupo recibe el fármaco nuevo (grupo experimental).
Esto sólo sucede si no hay otro fármaco para comparar, porque teniendo un tratamiento efectivo ya comercializado no sería ético comparar con placebo; pero si no hay otro fármaco comercializado hay que comparar con placebo.
Si el fármaco es realmente efectivo, los resultados correspondientes al grupo experimental mostrarán diferencias estadísticamente significativas respecto a los resultados obtenidos en el grupo control y entonces ese fármaco empezará las siguientes fases de estudio para poder ser comercializado.
Se sabe que el efecto placebo es mayor en los ensayos clínicos y los pacientes presentan una evolución mejor, ya que a estos paciente se les da mucho más que una sustancia inerte: se les hacen más controles, se les explica más todo sobre su enfermedad, sobre el tratamiento, sobre el pronóstico, se realizan exploraciones complementarias con tecnología de última generación… lo que da mucha más tranquilidad al paciente, ya que siente que se le está siguiendo mucho más adecuadamente y por supuesto tomar la medicina o la acción terapéutica ya que tenemos asociado en la medicina de nuestros días que tomar algo es muy importante para mejorar la salud.
Relación con otros efectos
Ahora ya sabes que si no se controla el efecto placebo no se puede diferenciar si un nuevo fármaco está actuando debido a la efectividad de la sustancia activa, o está dando resultados positivos por el mero efecto placebo. De ahí nace la necesidad científica de diferenciar entre la eficacia real y el efecto placebo.
Por ello, el efecto placebo también es el causante de que funcionen los métodos de la medicina no convencional; en la que los pacientes se curan sólo si creen en la curación; no porque el método aplicado sea siempre efectivo contra esa enfermedad. Estas terapias no convencionales (homeopatía, imanes, terapia energética…) es importante que se sometan a los mismos filtros experimentales, para valorar el efecto real de las mismas, ya que como hemos visto debemos diferenciarlo del efecto placebo, porque muchas de ellas pueden ser muy efectivas y se beneficiarían muchas personas si estas se sometieran a los mismos cribados. La cuantificación de este fenómeno es crucial para determinar la utilidad y la seguridad de cualquier fármacos o intervención terapéutica.
Todo esto nos sirve para entender el poder que tiene nuestra mente, nuestros pensamientos y nuestras emociones en nuestra mejoría.
Y al igual que existe el efecto placebo existe el efecto NOCEBO, que es el empeoramiento, en vez de la mejoría, de una enfermedad ante una sustancia inerte o acción terapéutica sin efectos, con un componente mental importante, igualmente fruto de expectativas bajas o condicionamientos negativos del paciente con vivencias pasadas o sugestiones negativas; lo que influiría negativamente en su mejoría, trayéndole efectos adversos o trastornos inespecíficos. Hay casos descritos donde tras la toma de una pastilla falsa han aparecido multitud de efectos secundarios que lógicamente no están producidos por la pastilla, sino por la mente.
Conclusiones Generales
Ahora que sabes todo esto, ¿serías capaz de crear un efecto placebo en ti sin necesidad de tomar una pastilla falsa?
¿Por qué no somos nosotros mismos los que podamos crear este efecto en nuestro organismo para ayudarnos a una mejoría más temprana o una curación?
¿Cómo podemos ir más allá y crear un efecto sanador más potente que el efecto placebo y de forma permanente en el tiempo de forma consciente? Si crees en la expectativa de tu cuerpo y deseas de verdad, sintiéndolo en el corazón, que quieres estar en otro estado diferente en el que estás ahora, no necesitas esa pastilla falsa, porque tú mismo eres capaz de usar al máximo tu capacidad innata de curación.
Cuando usas una pastilla falsa, lo estás haciendo de una forma inconsciente, seleccionado una clara intención y una emoción y pensamiento de curación que hace que cambies tu bioquímica y que cambie tu estado del ser, pero esto lo puedes hacer de forma consciente.
Tú tienes un papel importante en tu enfermedad y en tu capacidad de mejora. Cuando tú creas que eres una parte esencial en el proceso de tu curación, y no dejes todo el proceso en agentes externos, sino que trabajes junto a ellos para acelerar tu curación, serás capaz de provocar un efecto placebo en tu organismo y al producir otra química producirás otro estado del ser para cambiar, modificarás los procesos de tu cuerpo y pasarás de desgastar a tu organismo a repararlo, con toda la energía de la confianza en la mejoría.
Si otros lo han hecho antes que tú, ¿por qué no ser uno de ellos si haces lo que tienes que hacer al 100%?
¿Tienes ganas, te sientes capaz de acompañarnos, de hacer lo que haya que hacer, de reprogramar tu mente para crear un nuevo cuerpo?
Hemos creado el método Placebo consciente para que te superes!